jueves, 5 de abril de 2012

Desde mi escritorio

3 de abril, 2012

La mesita junto al ventanal de la sala es mi escritorio. En esta calle hay poco ruido. Los pajaritos ya descubrieron que les dejo boronas, y entonces me visitan. No hay calor ni frío. Y el cielo esta maravillosamente azul. Mientras escribo, una banda de loritos se despide. Imagino que presienten la pronta llegada del otoño y se aprestan a emprender camino rumbo al norte, donde el clima no les agobiara.
Hoy en la mañana me dedique a limpiar a lo Costa. Me falta trapear los pisos de cocina, baños y terraza, pero no tengo ni palo para el coleto ni un lampaso. Sigo sin conseguir ganchos de ropa. Así que esta tarde, cuando caiga un poco el sol, caminaremos unas 10 cuadras para ir a un súper Líder, donde me dicen encontrare todo lo que necesite.
Hoy hice un arroz chino. Arnaldo me dice que me quedo buenísimo aunque se nos acabo la soya. Tengo que comprar.
Ayer me escribió Leopoldo Monterrey. Muy querido amigo de Alvaro. Vive aquí hace unos tres o cuatro años. Nos invito a almorzar en su casa dentro de tres domingos.
El 20 de abril vamos al Teatro Las Condes a ver una puesta en escena de las mejores canciones de Broadway. Tomamos un autobús a menos de media cuadra de la puerta de casa que nos lleva hasta la estación de metro Los Leones. Allí tomamos el metro y dos estaciones mas tarde nos bajamos en El Golf que esta justo frente al teatro. Léase, uno puede ir bien vestido.
Que delicioso vivir en una ciudad donde casi todo lo puedo hacer a pie.
Me falto traer un archivo de mi computadora de Caracas. Mónica esta de viaje y no puedo hacer que su mama se angustie tratando de encontrar ese documento. No importa. No me corre prisa.

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