jueves, 19 de abril de 2012

Mañana de quietud

El que hemos bautizado como "el autobús de Mila" pasa por nuestra calle con maravillosa frecuencia. Como los días están luminosos, los paseantes prefieren el piso de arriba. En ocasiones me siento en uno de los bancos de la acera de enfrente para saludarlos. Como si quisiera darles la bienvenida a esta hermosa ciudad que nos hospeda y no nos ha hecho sentir meros visitantes. Ya han anunciado visita Luisa Victoria y Queca. También los Vizcarrondo. Y Gustavo y Mary Ann. Ojalá también se dieran una escapada para acá los Sucre, los Pérez, los Valencia, los Marcano y también los Riascos, los Atencio, los Frías, los Gómez, los Melo, los Arnal, así como todo el Morillaje y el Arnalaje. Extrañamos a la familia y sobre todo a los niños. Quisiéramos compartir con todos nuestros seres queridos esta temporada de sosiego y felicidad que nos hemos dado. No somos turistas en esta ciudad. Nos hemos instalado en ella y nuestra casa ya es hogar. Ojalá pudiéramos trasladar a Nico y a Guille. Metódica como soy, cada día ha sido asignado para una labor domestica. Tengo atrasada la plancha de las camisas de Arnaldo. En la tarde iremos a Una exposición de Mafalda que Montaron en Lo Matta. Y quizás nos demos una pasadita por el Museo de la Moda, que queda aquí cerca. Por el momento, disfruto esta mañana de quietud.

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